Balance del 2010 y expectativas para el 2011


Ha terminado el 2010. Creo que todos tenemos alguna o muchas razones para decir que el 2010 fue un año difícil. Mis recuerdos de Enero a Diciembre del 2010 son de que me la pasé ocupada todo el tiempo, al grado de que el último mes llegué arrastrando la cobija y, como decimos los taurinos, terminé lista para el arrastre. Por tantas ocupaciones, el 2010 fue para mi un año que pasó rapidísimo y que no me rindió.

El 2010 fue un año de mucho sembrar y poco cosechar. El 2010 fue el año en el que por fin recibí los tan prometidos dineros de mi proyecto de Conacyt, por lo que me tocó entrar en la dinámica de administradora de recursos federales y que muchas veces me hizo perder tiempo valioso en actividades burocráticas. El 2010 es el año en el que alcancé el mayor número de alumnos bajo mi cargo y, aunque amo la docencia y nunca dejo de disfrutar la interacción con mis jóvenes padawanas, me hubiera gustado dedicarles más tiempo a cada una de ellas. Aún así, todas son excelentes alumnas y tuvieron un muy productivo año que sin duda rendirá frutos en el 2011. Lo que si puedo presumir como cosecha del 2010 son mis ascensos a profesor titular dentro del Cinvestav y a nivel 1 en el Sistema Nacional de Investigadores (SNI).

En 2010 viajé dos veces a Europa: en primavera a Croacia y en otoño a Alemania. Y aunque viajar me encanta y es una de las cosas que más me gustan de mi trabajo, este año los vuelos fueron largos y pesados. También en 2010 es el año en que más viajes realicé en la República Mexicana, tantos que ya ni me acuerdo cuántos fueron.

Así pues, mi expectativa hacia el 2011 es positiva, y es que a pesar de lo difícil del 2010, muchas cosas se pusieron en marcha o maduraron, por lo que espero recolectar sus frutos en este año. De entrada, este año voy a sumar tres nuevos alumnos titulados: una de licenciatura y dos de maestría. Igualmente, mucho del trabajo que mis alumnas realizaron en el 2010 tendrá que ser publicado en el 2011 en congresos, artículos científicos y tesis, así que me espera mucho tiempo frente a la computadora escribiendo y revisando. En 2011 no creo viajar de nuevo a Europa, pero sin duda será un año de viajes a Estados Unidos para congresos (tengo en la mira uno en Boston y el tradicional viaje a Asilomar). Por lo pronto, mi esposa y yo ya hemos decidido pasar nuestro cumpleaños en Las Vegas y, después de pasar tanto frío en Alemania y hace poco en fin de año en Real de Catorce, se me esta antojando pasar las fiestas decembrinas de 2011 en una playa.

Por lo pronto seguiré disfrutando de mis vacaciones y la próxima semana regresaré con ánimos renovados a la oficina para trabajar muy fuerte y lograr un exitoso y muy productivo año 2011.