Hoy me entero que tengo dos artículos científicos indizados menos, esto como resultado de la expulsión de la revista Computational Intelligence and Neuroscience del Clarivate’s Web of Science. Más de cincuenta revistas fueron removidas de dicho índice (el cual es el referente para quienes hacemos ciencia), aparentemente por prácticas predatorias. Si bien no puedo afirmar ni negar ese hecho, si creo que la resolución afecta injustamente a muchos quienes depositamos nuestra confianza en estas revistas, y sólo acaba por hacer más injusto un sistema que ya es sumamente inequitativo, especialmente para jóvenes científicos.
Mi decisión de publicar esos dos artículos en Computational Intelligence and Neuroscience tuvo que ver con una estancia que hice en 2015 en la Universidad Nicolás Copérnico de Toruń, Polonia. Allí estuve dos meses trabajando en una colaboración, y tuve la oportunidad de conocer sobre el proyecto del Profesor Andrzej Stanislaw Cichocki, afamado investigador en el área de neurosciencias, quien deseaba crear una publicación de alto impacto que estuviera enfocada a temas relacionados con la inteligencia computacional, ahora muy en boga. Entonces, fui invitada a colaborar en este proyecto de manera muy personal (nada predatoria), sin necesidad de pagar por la publicación, pero si con el compromiso de que fuera un artículo de alta calidad (lo cual fue garantizado con un proceso de revisión riguroso). Más adelante volví a contribuir con otro artículo (nuevamente con revisión estricta) que correspondió al tema de tesis de doctorado de uno de mis alumnos y que incluso tuve oportunidad de divulgar en una plática que di en la Academia Americana de las Ciencias dentro de la serie DASER. Ambas contribuciones fueron resultado de mi deseo de colaborar con un proyecto de consolidación de una revista científica. Posiblemente no haya sido exitoso el esfuerzo y más adelante se haya desvirtuado… eso no lo puedo juzgar, pero tampoco creo que deba ser penalizada por creer en un proyecto de divulgación científica soportado por una eminencia del área.
Así, hoy tengo dos publicaciones indizadas menos, creo de manera injusta. Sin embargo a mi no me afecta tanto como a mis alumnos, a quienes un sistema muy enganchado en los números habrá de penalizarlos en sus aspiraciones de seguir ascendiendo en el escalafón académico. Hoy Nayeli y Mauricio fueron víctimas de haber depositado su confianza en mi para seleccionar una publicación para su trabajo de tesis, y el sistema los penaliza con una publicación menos en sus incipientes carreras académicas. Esto sólo me confirma que nuestro sistema está podrido y cada vez nos motiva menos a seguir esforzándonos para avanzar. Cada día me pregunto más si vale la pena seguir siendo parte del SNI o inclusive si sigue valiendo la pena creer en proyectos por el amor a la ciencia, eso por encima de simplemente construir un currículum a costa de lo que sea. Hoy estoy aún más desanimada y desesperanzada por el futuro de las nuevas generaciones de científicos.