Fin de un lustro

El día de hoy concluyo mis labores como Secretaria Académica del Cinvestav Monterrey tras un lustro de servicio. Fue un placer contribuir al correcto funcionamiento de nuestros posgrados y mantener los estándares de excelencia que nuestra institución y Conacyt nos exigen. No me queda más que agradecer a todos los que me apoyaron estos cinco años, comenzando por los Doctores Bruno Escalante y Héctor Garnica, quienes en sus correspondientes administraciones me dieron la confianza para dirigir la Secretaría Académica.

Mi trabajo no hubiera sido posible sin la extraordinaria colaboración de mis asistentes (Diana, Aidee, Cassandra, Jahaira y Daniela), así como del personal administrativo de nuestra institución (Socorro Torres, Paulina Baldo, Anaid Linares, Darinka Álvarez, Claudia Cortés, Hugo Flores y Adrián Rodríguez). Con todos ellos logré la sinergia adecuada para mantener una gestión que se caracterizó por su organización, eficiencia, honestidad y calidad. Hacia el interior del Cinvestav Monterrey, me llevo la enorme satisfacción de las muchas ocasiones en que los alumnos agradecían por el apoyo brindado en algún trámite, proceso, o incluso situación personal. Aún concluido mi servicio en la Secretaría Académica, espero poder seguir apoyando en todos esos aspectos.

Dejo el cargo muy contenta de haber resuelto grandes retos de manera ejemplar. Nunca antes se nos había presentado la situación de enfrentar en cuatro años consecutivos evaluaciones de nuestros posgrados en Conacyt, y todos ellos se solventaron con resultados favorables de renovación o incluso promoción del programa a un mejor nivel. Hacia el final de mi gestión, nos tocó enfrentar la situación de la pandemia, en la cual nuestros procesos de admisión se vieron mínimamente afectados gracias a una acción efectiva, además de que el paso a la modalidad virtual se ha resuelto adecuadamente para permitirnos la continuidad de todos nuestros programas. Adicionalmente al buen funcionamiento de la Secretaría Académica, me quedo con la enorme satisfacción de haberme mantenido como una investigadora productiva y consolidada, aportando también al enriquecimiento de la investigación de excelencia en nuestra unidad.

No me queda más que desearle a la persona que me sucederá en el cargo el mayor de los éxitos por el bien de nuestra unidad. Yo ahora he de dedicar más tiempo al trabajo en el laboratorio, pero no excluyan que pronto me involucre en algún proyecto alterno (por ejemplo, ya le debo a la IEEE y a Fulbright algo de colaboración tras tenerlos abandonados por cinco años). Igualmente espero continuar con mi labor de activista y mantener la lucha por el pleno reconocimiento de los derechos de la comunidad LGBT+. ¡Termina un lustro de servicio administrativo, pero aquí continúo muy activa y deseosa de enfrentar nuevos retos! Gracias a todos.