El día de hoy fui al teatro de la ciudad a ver la ópera «Carmen». Este evento es parte de las actividades culturales del primer Festival Santa Lucia, el cual busca ser el punto de despegue de la culturización de Nuevo León. Y es que, aunque la gente responde a la oferta cultural y llena los escenarios, aún les falta aprender a apreciar este tipo de eventos.
El día de hoy, el recinto estaba lleno para «Carmen». Sin embargo, me atrevo a decir que menos de un cuarto de la gente presente sabía de que se trataba. Más bien, la gente atraida por la novedad del evento y por la oportunidad de lucir «chic» se dejo ir a la ópera con todo y los «güerquillos», con tal de tener de que platicar con los amigos o las amigas al día siguiente. Pero, la verdad de las cosas, es que los regiomontanos no saben comportarse en este tipo de eventos. Empezando por la señora al lado mio que en pleno tercer acto contestó una llamada en su celular, o la señora de enfrente que entre su aburrimiento y su obesidad ya no sabia como acomodarse en el asiento a la mitad del segundo acto. A esto sumenle la cantidad de niños que aprovecharon la ocasión para echar la siesta.
¡Ni hablar! Es muy bueno que tengamos una gran oferta cultural, pero va a pasar un tiempo para los regiomontanos se eduquen y puedan apreciar este tipo de eventos. Yo, por lo pronto, ya puse de mi parte metiendole una buena regañada a la señora del celular… ¡a ver si se educa!