En el mes de Noviembre me la pasé de gira artística. Y es que al parecer debo de haber invocado a Hermes durante ese mes, pues poco tiempo estuve en la oficina.
Mis viajes comenzaron el 4 de Noviembre, pues en esa fecha fui invitada para dar una plática en el Cuarto Ciclo de Conferencias en Telecomunicaciones, Electrónica y Computación, CCTEC 2010, cuyo tema fue “Bioingeniería, planteamiento y soluciones de problemas» y que fue organizado por la Facultad de Ingeniería de la Universidad Veracruzana Campus Poza Rica-Tuxpan. Mi visita a Poza Rica fue de entrada por salida. Apenas regresé a Monterrey y comenzé a preparar mis siguientes viajes. El 17 de Noviembre salí con rumbo a San Luis Potosí para dar una plática en el Cuarto Taller de Redes Complejas y sus Aplicaciones, TRCySA 2010, organizado por el Instituto Potosino de Investigación Científica y Tecnológica. Esta fue otra visita de entrada por salida, pues el 20 de Noviembre salí con rumbo a Tübingen, Alemania. Allí en Tübingen visité a mis colaboradores del MEG Center y participé en una serie de eventos: para empezar el Taller de Magnetocardiografía Fetal (22 y 23), después la escuela de Otoño (24 y 25) cuyo tema este año fue «Analyze the Brain», y para terminar la serie de conferencias «Lifelong Imaging» (25 y 26).
Aunque fue un mes pesado, indudablemente fue muy productivo pues, más allá de la oportunidad de dar a conocer mi trabajo de investigación en otros lados, este tipo de eventos me da la oportunidad de aprender cosas nuevas, ver cuales son los temas «candentes» en la ciencia actual y, sobre todas las cosas, me estimula la imaginación. Así pues, en lo que resta del año mi tarea será revisar mis notas de cada evento, acabar de digerir la información que obtuve, y planear nuevas líneas de investigación para el próximo año.
En las instalaciones del IPICyT (izq.) y de la clínica de la Universidad de Tübingen (der.)
Obviamente cada viaje tuvo anécdotas que merecen mención, pero tendrán que esperar una mejor ocasión para ser narradas. Sólo les contaré una a petición de mi esposa:
De salida a Alemania, pasé a comprar unos euros en la casa de cambio San Jorge de la terminal B del aeropuerto de Monterrey. Al revisar el contenido del sobre en donde me pusieron mis euros, me encontré con una estampa de San Jorge. Estuve a punto de tirarla a la basura cuando me entró un ataque de superstición y decidí llevármela a mi viaje. No me acordé de ella hasta un día antes de volver a Monterrey cuando de visita en el Castillo Hohenzollern, me encontré con esta figura de San Jorge:
San Jorge cuidando mis pasos durante el viaje
¿Coincidencia? Mi esposa dice que fue una bendición a mi viaje. ¿O será que Hermes se transmutó en San Jorge? ¿Qué opinan? Por lo pronto sólo me restan dos viajes antes de terminar el año: una visita relámpago al Cinvestav Tamaulipas y una ida a Real de Catorce en donde estaré recibiendo el nuevo año.