A dos años…

Hoy se cumplen dos años desde que me asumí como una mujer transgénero de tiempo completo. En lo personal ya no pienso mucho en lo que ha sido este proceso de transición y mejor me enfoco en ver hacia adelante, tanto en mi vida personal como en lo profesional. Hasta ahora puedo decir que por medio de esta actitud positiva he logrado grandes avances y cada día mi panorama se ve más alentador.

Esta actitud no ha sido fácil de asumir, pues ha significado tener que dejar de lado la actitud de mártir que solemos asumir las personas transgénero ante nuestras vicisitudes, así como alejarme de las situaciones que tienen el potencial de generar drama. Creo que ya he vivido suficiente drama en mi pasado como para permitirme seguir viviendo ese drama ahora que finalmente estoy viviendo la vida que quiero vivir. Me he asumido bajo el signo de la autodeterminación, en donde soy producto de mis propias capacidades y mis propias decisiones, y no producto del destino o de los ideales que algún ser supremo pudiera tener para mi.

Ojalá mi experiencia sirva de algo a otras personas. Creo que este es buen momento para que la comunidad transgénero deje de lado la imagen de mártir y que olvide las malas experiencias que ha vivido en su pasado. No podemos seguirnos definiendo en base a los abusos que hemos vivido y, por el contrario, debemos definirnos ante la sociedad por lo que somos: personas de enorme valor y convicción. Creo también que este es buen momento para empezar a construir una verdadera comunidad trans que esté fundamentada en un activismo positivo. Debemos movernos con la inteligencia necesaria para entender nuestro entorno y contrarrestarlo mediante actitudes positivas que hablen de nuestras capacidades y no con actitudes que refuercen el estigma social que aún existe hacia nosotros. Este es el momento mostrar más nuestro cerebro y menos nuestras tetas, y no porque enseñar nuestras tetas no sea una táctica efectiva, sino porque poco hemos mostrado nuestro cerebro.

Me gustaría ayudar más en la construcción de un ambiente de equidad para las personas transgénero en nuestro país. Sólo espero encontrar a los aliados y el tiempo para poder lograrlo sin tener que desatender lo que realmente me gusta de mi vida: hacer ciencia. Tal vez el activismo no sea para mi, pero espero poder transmitir mi deseo de lograr un activismo positivo a alguien que tenga el tiempo para llevarlo a efecto. Mientras tanto, seguiré trabajando en lograr un impacto en la ciencia por medio de mi investigación, y lo seguiré haciendo con el orgullo de ser una mujer transgénero.