Este recuento es breve pues el año no fue del todo memorable. Afortunadamente ya se acaba el 2019, pues ha sido un año lleno de desencantos y de remar contracorriente. Si bien, en términos académicos el 2019 fue para mí un año bastante productivo, también requirió de mucho tiempo y esfuerzo en luchar contra las injusticias y el hostigamiento. Aún así, me mantengo con la frente en alto y sigo dispuesta a seguir luchando en el 2020 pues, lamentablemente, el futuro no se ve promisorio para nadie en este país.
Sin embargo, en el 2019 no fue del todo malo. De hecho, en lo sentimental fue muy bueno, pues sin pensarlo me encontré a una persona que se robó mi corazón y ahora estoy en una relación que me hace muy feliz. Sentirme querida me ha hecho reflexionar sobre mis prioridades en el 2020 y sin duda me motiva a seguir dando lo mejor de mi en todos los aspectos.
Algo que no habrá de cambiar será mi gran afición a los conciertos y festivales musicales. Ahora mismo tengo un gran deseo de regresar el próximo año al Life is Beautiful Music & Art Festival pues sin duda fue el mejor evento al que asistí en el 2019.
Algo que no habrá de cambiar será mi gran afición a los conciertos y festivales musicales. Ahora mismo tengo un gran deseo de regresar el próximo año al Life is Beautiful Music & Art Festival pues sin duda fue el mejor evento al que asistí en el 2019.
Y, como ya es tradicional, cada año hay un atuendo que destaca. Este año el honor se lo llevó el look que usé para la boda de mi prima Andy, el cual recibió muchos comentarios: fue por igual amado y odiado. Si se lo perdieron, lo pueden encontrar entre mis posts de Instagram, pero aquí se los dejo como parte de la recopilación de mis mejores atuendos de la decada:
