Hoy conmemoramos el Día Internacional de la Visibilidad Trans. Quiero aprovechar este espacio para hacer una reflexión en lo que esto representa en un año de elecciones en México. Y es que, más allá de que el 2024 ya pinta para ser uno de los más sangrientos para la comunidad Trans, y que la deuda histórica a las demandas de la comunidad sólo va en aumento, el año electoral no pinta nada halagador.
Lo que pudiera ser una oportunidad para que nuestra comunidad lograra mayor incidencia en las políticas públicas, en realidad es el mismo circo electorero en donde los partidos utilizan figuras públicas sólo para mantener o ganar poder. Las pocas personas que representan a la comunidad trans en los espacios de incidencia pública ya han expresado su frustración por no poder hacer mucho y por sólo haber sido utilizadas por los partidos para cumplir cuotas de representación. Dichas cuotas fueron impuestas como una acción afirmativa en favor de nuestra comunidad, pero han sido abusadas por los partidos hasta el punto de dejarlas inoperantes. Así pues, la comunidad trans sigue teniendo una necesidad imperante de ser escuchada y de ser reconocida. Son innumerables las carencias de miles de personas trans y lamentablemente no hay mucho interés por parte de las autoridades de atenderlas.
Así, en este 2024 electorero, me uno al llamado para que la comunidad trans reflexione el voto y haga hacer valer su voz, tal y como lo han pedido quienes ya tuvieron la oportunidad de incidir, pero fueron limitadas. Aquí les dejo sus voces: