Mis cejas micropigmentadas hace algunos años dejaron de verse bien. Supongo que el pigmento utilizado en este tipo de procedimientos no es tan duradero como el usado en otro tipo de tatuajes. Así, como en los tiempos en los que acababa de deshacerme permanentemente de mis cejas (aquí la historia completa) había regresado a la rutina de dibujarme las cejas. Otra práctica que le aprendí a la maquillista Danielle Gilbert (les recomiendo mucho su contenido en redes) es el uso de estampas imprimibles. Fue con estas que empezé a utilizar diseños de ceja al estilo microblading, la cual es una técnica que ha ganado popularidad en los últimos años. Aquí les dejo una comparativa entre los diseños tradicional y microblading:
Con esa experiencia, he decidido rehacerme las cejas, pero ahora por microblading. Para ello, sin embargo, es necesario remover el pigmento de los trabajos previos en las cejas por láser.
Al momento llevo dos sesiones de remoción láser y mi experiencia es que eliminar un tatuaje no es nada fácil. El proceso es lento y un poco molesto (especialmente por tratarse de un área sensible como la frente). Ahora mismo el pigmento va en un color gris claro con algunas áreas en donde ya el pigmento desapareció. Yo estimo que eliminarlas completamente requerirá cuatro o cinco sesiones láser. Les mantendré al tanto del progreso y espero pronto poder presumir mi nuevo diseño de cejas (espero ahora sí permanente).