Ponerse a dieta no es lo mismo que aprender a comer bien


En los últimos meses he logrado perder 17 kilos. Obviamente esa cantidad de kilos no pasa desapercibida
(ver entrada previa) y más de una persona me ha pedido la receta. Sin embargo, lo que la gente espera es la receta mágica o la dieta maravillosa con la que bajas de peso rápido y sin dejar de comer. Cuando les digo que lo que hice fue atenderme con una nutriologa para que me enseñara a comer bien, balanceado y controlando mi consumo de calorias diario, todo mundo se decepciona. Y es que, desgraciadamente, los medios nos han enseñado a buscar la salida fácil: pildoras milagrosas, cremas reductivas o dietas mágicas. Todo eso resulta un placebo contra el verdadero problema: no tenemos buenos hábitos alimenticios.

No fue ni fácil ni rápido llegar al punto en el que estoy. Si embargo creo haber obtenido el entrenamiento necesario para poder mantenerme en mi peso tan sólo manteniendo buenos hábitos. Por eso digo que no sólo bajé de peso, sino también aprendí a comer.