Vacaciones decembrinas (III)


Aunque ya estoy de vuelta en Monterrey, no quiero dejar sin terminar la narración de mis vacaciones decembrinas. En particular, me gustaría platicarles de la noche en que fuimos al teatro a ver la obra de teatro «Dulce Caridad». Y es que, como les decía anteriormente, amo el buen teatro y desgraciadamente en Monterrey sólo se dan comedias simples y vulgares, la gran mayoria de ellas con la actuación de la dichosa «Nena» Delgado.

«Dulce Caridad» es una gran comedia, esplendidamente actuada por Lolita Cortés, quien llena de frescura y dinamismo el escenario. Esta obra tiene como base la esperanza, y aunque a veces te llena los ojos de lágrimas, estas nunca afloran gracias a la gran esperanza que Caridad tiene en el amor. La obra te mantiene en el suelo de la risa y totalmente asombrado por las majestuosas escenografías. Definivamente una gran obra musical.

Y bien, después de este día, vinieron el año nuevo, los recalentados y el regreso a Monterrey. En general, este viaje a la Ciudad de México fue muy divertido. Nos dio para ver lo que normalmente no vemos en Monterrey, pero nos ayudo a recordar las razones por las que abandonamos el D.F. y lo bien que Monterrey nos ha recibido. Oficialmente amamos Monterrey y nos declaramos regios por convicción.

Ahora de vuelta a Monterrey, estoy aún de vacaciones de la oficina, pero ya estoy trabajando desde casa. Sin embargo voy a aprovechar estos días para hacer unas cuantas cosas: por lo pronto mañana me retoco el delineado permanente. Ya después les contaré al respecto…