Revisando las estadísticas de este blog he encontrado que muchas personas llegan a este sitio tras buscar información acerca del delineado permanente. Y en vista de que hace unas semanas me sometí una vez más a este procedimiento, creí conveniente hacer un reporte más detallado de esto.
Inicialmente sentía que el delineado permanente era algo que me permitiría alcanzar un mayor nivel de feminidad, especialmente en lo que respecta al aspecto de mis cejas. La historia completa de esa parte de mi aventura la pueden ver en un post anterior aquí (en Inglés). Una vez habiendo cumplido esa meta, encontré que el delineado permanente además de ser algo muy femenino es también algo sumamente conveniente, especialmente para quienes como yo no tenemos grandes habilidades en el campo del maquillaje y que además vivimos un ritmo de vida que no nos permite lujos en lo que respecta al manejo de nuestros tiempos. Fue así como poco a poco fui agregando elementos a mi «diseño facial»: después de las cejas, vinieron las líneas superior e inferior en los ojos y, recientemente, la iluminación (línea clara sobre la línea obscura del párpado), el contorno y relleno de los labios. Unos reportes parciales de este proceso (incluyen fotos) los pueden ver aquí (en Inglés) y aquí (más reciente en Español).
Lo primero que pregunta la gente respecto a este procedimiento es si duele. En ese sentido no creo ser una buena referencia, pues afortunadamente mi nivel de tolerancia al dolor es muy alto. Además, tengo la fortuna de haber encontrado una persona especializada que tiene muy buena mano y maneja un sistema de terapia laser además de un anestésico local muy bueno. Todo esto ha hecho mi experiencia sumamente tolerable. En lo que respecta a la recuperación (y es que finalmente el procedimiento involucra una herida sobre la piel que tendrá que sanar en unos días) tampoco he tenido mayores problemas. Nuevamente soy afortunada en tener un cuerpo que se recupera rápidamente y la única vez que he tenido una reacción fue cuando me hice el delineado en los labios: por un par de días tuve los labios tan hinchados que parecía la doble de Amanda Lepore.
Con respecto a riesgos, yo creo que el mayor es obtener un resultado no deseado. Por ello, mi mejor recomendación es buscar a una persona profesional y con amplias recomendaciones. Hay otro riesgo que sucede muy rara vez y que tiene que ver con que las tintas sean absorbidas por los tejidos circundantes, lo que produce un efecto de «corrimiento» no deseado. A mi me sucedió en la parte inferior de los ojos, cerca del lagrimal. Sin embargo no fue algo grave y que mi especialista ha logrado disimular con la aplicación de tintas en tonos neutralizantes.
En conclusión, les puedo decir que estoy muy contenta con los resultados obtenidos y definitivamente es un procedimiento que recomendaría. Para quienes vivan en Monterrey y esten interesadas, puedo recomendarles a mi especialista (favor de solicitarme los datos por e-mail). Ahora en Marzo volveré una vez más para el retoque final de la iluminación y los labios. Mientras tanto, aquí les dejo una foto del estado actual de mi «diseño facial».