La siguiente historia sucedió durante mi viaje a Dubrovnik, pero bien merece una mención aparte a mi reporte anterior:
La medición de los campos magnéticos generados por nuestro cuerpo sólo es posible gracias a elementos de la tecnología surgidos hace 40 años y denominados SQUID, que corresponde al acrónimo del Inglés Super Quantum Interfecence Device. Estos dispositivos fueron inventados sin ningún proposito en particular con recursos del ejército Estadounidense y en un principio fueron causa de burla, pues se pensaba en ellos como detectores de movimiento de sillas, ya que eran capaces de detectar interferencias magnéticas producidas por el movimiento de las sillas en las oficinas vecinas. Fue cuando se les colocó en cuartos blindados magnéticamente como se logró medir por primera vez la actividad magnética asociada a la actividad del corazón humano (magnetocardiografía).
Pero, para la gente que no tiene nociones del biomagnetismo y de cómo se mide, el término SQUID tiende a confundirse con el nombre común de los cefalópodos: calamar, o en Inglés squid. Es por ello que, en un afán de diversión y para celebrar los 40 años de la primera medición de la actividad magnetocardiográfica usando un SQUID, que los asistentes al decimoséptimo Congreso Internacional en Biomagnetismo nos unimos para formar un calamar gigante en la Plaza Sponza de Dubrovnik, Croacia. A continuación les presento la foto conmemorativa del evento. Con un poco de imaginación puede verse la forma del calamar… ¿Alguien quiere darse a la tarea de encontrarme entre la gente?